25 de septiembre de 2012

No mandamos nada

Esta semana ha quedado retratado el nivel organizativo de la Liga Española de Fútbol una vez más. El supuesto sabotaje de la luz en el Estadio de Vallecas deja al descubierto las carencias de una liga que se presupone de las mejores del mundo, pero visto lo visto será si acaso por el nivel futbolístico...



Lo primero que ha quedado en evidencia tras los hechos ocurridos durante la tarde noche del domingo es que la seguridad del estadio del barrio madrileño es nula, inexistente. ¿Como puede ser que se cuelen unos tipos en un estadio de "primera división" (por llamarlo de alguna manera) y cortar los cables de la luz de veinticinco cuadros eléctricos y de todos los focos de una tribuna sin ser vistos? ¿Como puede ser que nadie se diera cuenta de lo que había ocurrido hasta una hora antes del partido? 
Según dicen los dirigentes del Rayo los saboteadores entraron por una pequeña puerta, ¿Que pasa, que al salir después de hacer la ñapa la volvieron a cerrar? ¿Nadie vio la puerta abierta? ¿Nadie sospechó? Aquí hay bastante más que por desgracia no ha transcendido y creo que tardaremos mucho tiempo en saber lo que es, eso si algún día se sabe.

Una vez sabido que el partido no se jugaba, la preocupación estaba en ver cuando se jugaría y a que hora. Tenía que ser lo antes posible ya que el Madrid no anda sobrado de fechas precisamente. Nadie aseguraba al cien por cien cuando estaría restablecido el suministro de luz, ni al cien por cien ni al uno por ciento. Viendo esto lo más sensato sería jugar con la luz solar, a las cinco de la tarde, como los toros. ¿Quien se habría hecho responsable si una vez llegada la hora del partido no hubiese luz?.
Pero claro, basta que la persona que proponga el horario sea José Mourinho para tacharlo de loco y de que no piensa en los aficionados. Será acaso mejor jugar a las once de la noche, con la fresca. ¡O no! mejor aún, el domingo a las doce de la mañana, para que los chinos disfruten de todo un señor partido de fútbol y así de paso que los equipos modestos de regional hagan menos taquilla de la que ya de por si iban a hacer. Lo suyo sería haberlo jugado a las doce y cinco minutos de la noche ¡esa hora si que es buena! para que los niños puedan ir a ver el partido después de haber cenado y ya de paso empalmen con las clases al día siguiente (nótese la ironía). 

Estaba claro que la culpa del apagón de luz lo iba a tener el Real Madrid. Ya se iba a encargar la prensa española de dejar claro que el Real Madrid es un egoísta y que no mira por los aficionados al fútbol, lo mismito que Pepe Guardiola, ese buen hombre que hizo esperar a la afición de Osasuna tres cuartos de hora porque no le daba la gana al señorito viajar en autobús. 

La conclusión que saco de esta jornada de liga, es que el Madrid en la Liga de Fútbol Profesional y en la Federación Española no manda un carajo.

¡Hala Madrid!